Ciegos del lenguaje

Leyendo el post ZONA CIEGA, en el blog de Marcelo Vinzón me hizo reflexionar y verbalizar algunas ideas.

Lo que más me dejó pensando, fue uno de los comentarios que habla sobre “tratar” y “hacer”. Comparto, y agrego que cuando empezamos nuestras oraciones o (¿) pseudo-promesas de acción (?) con “Intentaré”, “Trataré”, condicionamos el éxito y el futuro de la acción misma, y consecuentemente de sus resultados.

Un ejemplo que doy siempre, es sobre la experiencia maravillosa de releer un libro. El proceso de lectura, es la magía de sumergirse en el contexto y en la historia de quien escribe, pero desde nuestro contexto, nuestra historia, nuestro lenguaje y nuestra biología (como quien diría, mirarlo con nuestros ojos). Releer un libro me parece tan impresionante, porque no es revivir la misma experiencia, es algo completamente nuevo porque hemos cambiado como observadores, y vivimos esa lectura de una forma completamente diferente a la primera vez.

Volviendo al tema original, la reflexión más grande que me nace es sobre la naturaleza de las discusiones y peleas que tenemos. Haciendo notas mentales, podría afirmar que la mayoría de las mias son por diferencias de lenguaje, concepciones, distinciones, y malas interpretaciones. Ojo, me hago cargo que mis malas interpretaciones son mi responsabilidad, como tambien cuando no se expresarme, pero ¿les pasa a Uds. tambien alguna vez? Que tema que se presta para debatir, no? Hablando el mismo idioma, tenemos tantos malos entendidos por no compartir el mismo lenguaje.

¿Qué opinan?

3 respuestas a “Ciegos del lenguaje”

  1. Gracias por responderme desde aqui. Me llena de alegria…

    Es mas que importante darnos cuenta de esas “pseudo promesas”, porque de esa manera, al darte cuenta, tenes la gran posibilidad de ELEGIR que hacer a partir de distinguirlo.
    ¿Que seguiria pasando si no te das cuenta que son pseudo promesas? Supongo que la persona seguiría a la deriva sin producir cambios, con lo cual yo digo, que sigue atrapado por esas conversaciones internas que “lo tienen a él o ella”.

    Me gustan tus post!
    Abrazo
    Marce Vinzon

  2. Mmmmm…
    Yo podría afirmar que muchas de mis discusiones y peleas han sido originadas por motivos reales, y tarde o temprano, ya sea por mí o por mi interlocutor, han sido disfrazadas como diferencias de lenguaje o malas interpretaciones en un intento de bajar el tono y llegar a un punto común. Si bien sintáctica o semánticamente podíamos disfrazarlo, tanto yo como mi interlocutor sentíamos intimamente lo que había sido dicho y su significado, y sus/mis disculpas buscaban reparar un daño a través de un razonamiento creíble.
    Eso, o sufro el mal de Asperger y no me enteré aún. 😛

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