Mi experiencia en otras culturas #1: Toronto, Canada.

Voy a empezar cronologicamente, y esta serie arranca en abril del 2006 cuando tuve que viajar por algo menos de un mes a Markham, ciudad en Toronto.

En la oficina estábamos viviendo una globalización que nos revolucionó por completo, y el epicentro era esa ciudad.

Eramos dos las personas que viajábamos, y después se sumaron otros dos. Era mi primer vuelo internacional (sin contar paises limítrofes a la Argentina), y se sintieron la largas 20 hs que pasé arriba de un avión (contando la escala en Atlanta, por supuesto).

Arribé en un aeropuerto casi desolado, donde solo había 5 valijas en la cinta transportadora.  Pasar migraciones y aduanas fue tan sencillo como un:

– Hello mate, do you have cigarrettes, alcohol or drougs?

– No at all

– Good, welcome to Canada.

Manejé los 40 kilómetros que había desde el Aeropuerto hasta el hotel, previo stop en un local donde vendian wraps al mejor estilo Sub-Way. Era domingo, alrededor de las 3 de la tarde y el muchacho de origen indio parece que estaba durmiendo la siesta.

Nos atendió de 10, y nos dió varias indicaciones de lugares para visitar: Shoppings, malls, restaurants, etc.

Como comente en el post introductorio a la saga, no quiero explayarme mucho sobre la experiencia laboral, mas si en la interración con la gente.

El objetivo de mi viaje fue hacer las gestiones necesarias para traer a Argentina uno de los clientes que se manejaban desde allí.

Creo que todos sabemos que cuando pasa algo así, la contraparte suele estar bastante reticente a la hora de entregar determinada información, colaborar con algunos temas, etc. porque muchos temen un despido en el corto plazo. Por suerte pudimos entrar en confianza, y más allá de algunos por menores me ayudaron en todo.

El equipo estaba formado por tres integrantes:

  • Un muchacho japonés,
  • una chica de filipinas y
  • un tanzano.

Con la persona que más pegué onda, fue con el muchacho de Tanzania, que había llegado a Canadá en el año 80.  Uno de los últimos días me recomendó un par de lugares para conocer en el downtown, y al otro día de haber ido se dió una conversión parecida (que paso a traducir para que no se pierda ningún detalle):

– Ayer visitamos los malls que nos recomendaste, y tambien fuimos a Toronto Downtown.

– Genial, que te ha parecido?

– Muy bonito… me gustó mucho el contraste entre las diferentes culturas aunque me llamó la atención la cantidad de extranjeros que vi en los malls. Especialmente asiaticos.

– Si? Que raro, aunque Ontario suele recibir turistas todo el tiempo.

– Es verdad, aunque hablo de los empleados de los comercios, gente manejando sus automoviles…

– Ah, ok. Canadienses.

– Parecían asiáticos, en su mayoría. Bromeé con cierta preocupación en el entendimiento idiomático.

– Claro, su país de origen puede ser china o japón, pero se naturalizaron canadienses. Como yo, SOY CANADIENSE.

Pasaron los días, y en diferentes charlas con diferentes personas noté que pocos eran hijos de canadienses, la mayoría venia de otras latitudes en busca de diferentes horizontes, pero todos eran tratados igual y nadie los miraba como “un extranjero” que roba trabajo.

Muchos matices, muchas culturas que convergen y cada una tiene un espacio para expresarse.

Hermoso país, que recomiendo tanto para vivir como trabajar.

Vos ya fuiste? Cual fue tu experiencia?

Nota Adicional: Al día de hoy, las tres personas con las que trabajé en Toronto conversan su puesto.

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