El invaluable poder del contrato psicológico

El viernes 6 de noviembre estuve en una capacitación de todo el día sobre distintas cuestiones de recursos humanos y sobre como gestionar equipos con coherencia a los distintos procesos de RRHH que existen en la compañía. A grandes rasgos, me gustó. Me llenó de conocimientos sobre procesos que no tenía claros, y también me disparó ideas para intentar aportarle algo más a los equipos con los que trabajo.

Los diferentes speakers que dieron vuelta, por alguna u otra razón terminaban haciendo referencia al ‘contrato psicológico‘, haciendo referencia a la parte implícita de una relación laboral.

Me quedé pensando mucho a ese contrato psicológico, y me dí cuenta que muchas veces hice referencia a ello, pero nunca había sabido como llamarlo. Generalmente lo explicaba como el punto de no retorno al que llega una persona en una situación laboral, de pareja, etc. En el caso laboral, es el punto donde ya no se puede volver atrás, y más allá de las condiciones que cambien esa persona ya no puede corregir la situación y se sentirá insatisfecho sin importar que las situaciones o circunstancias que no le gustaban ahora estén solucionadas.

Cuando hablaba de casos de empleados de una organización que ya estaban ‘quemados’, desgastados (burnout) intentaba analizar que tantas posibilidades tenía esa persona de volver a estar comprometido y con un sentimiento real de pertenencia si las cuestiones que lo venían teniendo mal se solucionaban. Mi teoría es que son casi nulas, justamente porque ya se pasó ese punto de no retorno y es más provechoso para todos seguir adelante.

El contrato psicológico es el termino correcto para todo eso… es ese acuerdo tácito que cada uno de nosotros como empleados tenemos con nuestro emprendedor, y el mismo que tenemos como gerentes con cada uno de los miembros de nuestros equipos. Este contrato se basa en los compromisos que esperamos de nuestras empresas, y lo que la gerencia espera de sus empleados.

Algunas consideraciones de este tipo de contratos:

  1. No suelen ser compromisos o expectativas validadas con la otra parte, sino puntos que la otra parte sobre-entiende como sentido común.
  2. Una falta al contrato psicológico suelen tener un efecto negativo más grave que una falta de cumplimiento en un contrato laboral.
  3. Los compromisos que cada parte considera vitales en su contrato psicológico, suelen estar relacionados con valores y objetivos muy personales.

¿Alguna vez sentiste que ese contrato se estaba por romper o que ya estaba roto? ¿Que hiciste al respecto?

Foto por jk5854

5 respuestas a “El invaluable poder del contrato psicológico”

  1. Dos veces en mi vida pasé ese punto de no retorno y es como vos decís: la única solución fué renunciar. No me quedó del todo claro el concepto del contrato psicológico. Según lo que yo entendí sería ese acuerdo empleado-empleador muy subjectivo, que no está escrito y que contiene: la forma de trabajar, los tratos, los manejos extra-oficiales, etc, etc. Sería eso? Es un tema interesante para analizar. Saludos!

    1. Gracias por el comentario, Marian. El contrato psicológico es completamente subjetivo, ya que es lo que: * Como empleados esperamos de la empresa y * Como empresa se espera del empleado.

      Viendolo desde el punto de vista del empleado, sentimos que el contrato se rompió cuando no avanzamos en nuestra carrera, no somos reconocidos, etc. etc. etc. Abrazo!

  2. Suena extraño lo de “contrato”, ya que por definición un contrato se basa en el consentimiento mutuo verbal o escrito.

    En este caso pareciera ser la parte del contrato que cada parte asume que existe en el contrato o que cada parte interpreta que forma parte de ese contrato, pero que no ha tenido consentimiento explícito.

    Sería interesante entender como podés trabajar sistemáticamente en la diaria para convertir la mayor cantidad de aspectos no explícitos de ese contrato en consentidos y de esa manera intentar prevenir cualquiera de los outcomes no deseados posibles: degradación de la relación, con pérdida de productividad, eficacia, etc hasta punto de no retorno, o terminación abrupta de la relación pero sin ninguno de los problemas anteriores.

    En mi caso personal, el año pasado terminé mi relación de casi 10 años con la empresa en la que estaba y mi simplificación de la cuestión es algo así como que “había cosas que ya no tenía más ganas de soportar”, a pesar de que probablemente era yo mismo el que las había modelado de esa manera, por aceptación u omisión, en ambos sentidos de la conversación: hacia mi jefes: presidente y ceo de la empresa y hacia mis subordinados: gerentes y mandos medios.

    De las miles de conversaciones entre la comunicación de mi decisión y mi salida efectiva, intervalo que duró casi 6 meses, no solo ninguna de las alternativas que me propusieron pudo restablecer el estado anterior sino que inclusive las cosas se fueron degradando en una forma lamentable, a pesar de la voluntad mutua de lograr mantener el funcionamiento normal de la relación, tanto en lo personal como sobre todo en lo profesional.

    En conclusión: coincido en que cuando el contrato se rompe, por la razón que sea, es prácticamente imposible volver atrás. Y en segundo lugar, una duda: me parece que si te toca estar del lado de quien debe o quiere restablecer ese contrato no vale la pena el esfuerzo, pero para decidir esto último tenés que poder diagnosticar que lo que se rompió fue ese “contrato psicológico” y no otra cosa.

  3. Hola Rodo. Buen post. En realidad de la lectura del post entiendo por que el punto sin retorno no esta usado como un sinonimo de contrato psicologico sino justamente que el punto sin retorno es cuando se pasa la linea de ruptura del contrato psicologico. Coincido plenamente en lo que decis en el post, creo que en lo laboral al igual que en el plabno sentimental cuando algo se quiebra se quebro y punto. Puede mutar, se le pueden aplicar conceptos psicologicos o si lo queres esprituales como el perdon y el mutuo entendimiento pero las cosas nunca vuelven a ser como fueron. Mutan a otras cosas y no tengo dudas que es una evolucion natural de cualquier relacion contra la que no se puede ir con la razon porque justamente es natural. En mi caso particular te agrego una vueltita de tuerca que un pro de los RRHH quizas tenga mas claro. Para ir a esa vuelta de turca te lo pongo en mi ejemplo personal: Yo reme mucho para llegar a la posicion que tengo en el estudio en un pais que no es el mio. hace aproximadamente un año se me desarmo mi equipo de trabajo que fue dejando de trabajar por diversos factores externos. Son tres subordinados a mi posicion, aun no los he podido reemplazar, la gerencia administrativa ha hecho pesimas selecciones de personal y ante mi queja quien debia tomar cartas al asusntos que es un superior se desentendio por motivos personales. Resulatdo asumi responsabilidades por un equipo completo, ademas de tener que entrenar personas a mi criterio sin capacidad , resultado: Me queme. Se quebro el contrato psicologico y el sentido de pertenencia que ya no siento. Y para peor uno empieza a tener frustraciones a nivel personal que son asignadas en responsabilidad al ambito laboral. El rendimiento tambien se ve afectado porque uno esta quemado y el eficiencia y efectividad uno se da cuenta que ya no es la misma y no puede (y en el fondo creo no quiere revertir). Sumado a eso se mezcla el hecho de que uno pone los ojos en cualquier chica, es decir cualquier ventanita de hacer algo distinot se vuelve para uno en un portal interdimensional que si uno no sabe parar la pelota y levantar la cabeza, tampoco resultan la solucion.
    Creo que te he descripto un poco un situacion como la que hablas, ahora viene la vuelta de tuerca. El dueño de la firma me dio una posibilidad de trabajo unica, en un momento justo y por la que siempre le voy a estar agradecido. Me hecho amigo de él en lo personal y se que su descuido por su propia oficina se debe a un hecho estrictamente personal en el cual siento que como amigo no puedo dejarlo con mi posicion vacia, no ahora cuando él por su situacion ha delegado en mi y ha confiado en mi. Entonces teniendo 5 ofertas laborales distintas nuevas, me surge un nuevo contrato psicologico, este mas a nivel personal por mi amistad pero que repercute por valores en mi ambito de trabajo. No se si se habarn entendido. no quiero que esto suene a consulta de Luisa Delfino pero me parecio que puede sumar a tus palabras. Volviendo estrictamente al post, me parece fantastica tu capacidad para poner en una pagina, una pastillita de horas de capacitacion. Muy bueno, Rodo, vos tambien la rompes, amigo. Abrazo

Responder a M Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.