Sobre Feedback

¿Por qué damos feedback?

Bueno, enrealidad para poder responder  quizás es necesario definir feedback antes. Wikipedia define retroalimentación (en inglés, feedback):

… significa “ida y vuelta” es, desde el punto de vista social y psicológico, el proceso de compartir observaciones, preocupaciones y sugerencias, con la intención de recabar información, a nivel individual o colectivo, para intentar mejorar el funcionamiento de una organización o de cualquier grupo formado por seres humanos…

Entonces, la primer salvedad es que no nos estamos limitando solo a equipos de trabajo o compañías. Estamos hablando de cualquier tipo de grupo humano, como por ejemplo, una familia, nuestro equipo de handball, etc.

Cuando empecé a concebir este artículo, publiqué este tweet:

¿Quién de ustedes no se cruzó con un jefe que les gritó adelante de todos cuando hicieron algo mal? ¿O quizás en privado les dijo que eso que habían hecho era la última vez que lo hacian, o se quedaban sin trabajo?

Varias veces recibí feedback espantoso. Hasta me encontré haciendo algún reclamo (de lo que entendía alguna mala gestión) y también recibía mal feedback. Pero la reflexión de comparto más adelante no nace de esas experiencias, sino de las sesiones que yo mismo conduje y no salieron como esperaba y hasta deterioraron esa relación.

Ahí aprendí que dar feedback es mucho más que pasar un mensaje. Luego de pensar y buscar una manera de que esas sesiones sean productivas, me escribí estos auto-consejos:

1. Dar feedback es contar el cuento desde la opinión de quien emite, relacionandolo con acciones de quien recibe. Siempre hay que tenerlo claro.
2. Cualquiera sea el contexto, a quien querramos dar feedback tiene que estar de acuerdo y nos tiene que dejar hacerlo. Sino, carece de sentido y sería muy díficil que salga algo positivo como consecuencia.
3. No se puede dar feedback sin conocer la situación y contexto completos. Damos mal feedback cuando nos agarramos solo de hechos aislados. La sesión tiene que estar preparada con anterioridad y con ejemplos concretos de los puntos que se van a tratar.
4. No podemos dar feedback de algo que pasó hace mucho tiempo. Tenemos que saber identificar el timing justo para que la situación que queremos discutir se haya enfriado, pero no olvidado.
5. Para que la otra persona se sienta cómoda con la conversación, es necesario preparar el contexto. Así será más fácil coincidir y alinear visiones y también coordinar futuras acciones.
6. Estar dispuestos a escuchar el doble de lo que estamos dispuestos a hablar.
7. Ser flexibles. Si bien muchas veces tenemos que ser firmes con una decisión, quizás escuchar a la otra persona hace que algunas de nuestras opiniones, inferencias o suposiciones cambien radicalmente.
8. Comprometernos con el fin (solucionar o mejorar una situación en particular) y no con nuestra postura.
9. Nunca olvidar pedir feedback de nuestro trabajo, personalidad o accionar. Ser un buen proveedor de feedback, esta completamente relacionado con que tanto nos preocupamos (y ocupamos) por nuestro propio desarrollo y desempeño.

Para contestar la primer pregunta y en mi caso, me encuentro dando feedback porque creo que siempre podemos hacer las cosas un poco mejor, y de todo podemos aprender. Generar el espacio es enriquecedor para las dos partes, y para la comunidad que forman aquellas personas.

Aprovecho para desearles un ¡¡muy feliz 2011!! 😀