Finalmente, llegó el momento. Casi desde el primer día de trabajo en relación de dependencia (2003, en IBM), supe que quería crear algo propio. Pasó más de una década hasta que logré unir todos los puntos, tomé impulsó, y acá estoy.
Tuve intentos antes, por ejemplo con The Flex entre 2005 y casi 2007, compañía de servicios de tecnología que no prosperó porque le dedicaba mi pasión solo a tiempo parcial, y un poco más de un año y los ahorros de mi vida después, dejé de intentarlo. Claro, no lo necesitaba porque tenía un laburo en el que me iba cada vez mejor. Y si, sin necesidad, a la primera complicación lo más fácil era abrirse.
Hoy es fácil para mi ver que la necesidad (de guita, en este caso) era un factor determinante para el éxito. Sin necesidad no había esfuerzo. Ojo, le dedicaba millones de horas, pero a la primera de cambio, todo se fue desmoronando. Lo primero que empezó a faltar, fueron las ganas. Hoy, más cerca de los 30 que de los 21, me encuentra en otra etapa, y creo que gracias a proyectos como The Flex, y otros que nunca vieron la luz, llegué al día de hoy: Momento que decido apostar todo, 100%, fulltime, sin medias tintas. No voy a mentir. Estoy lleno de incertidumbre, pero es increíble las puertas que se abren y las oportunidades que aparecen cuando se le está prestando atención.
Para los que quieran saber un poco más, visiten mi perfil de LinkedIn, o NSBS, el sitio de mi nuevo proyecto, donde estaremos desarrollando negocios en internet (manténganse sintonizados, el primero está por ver la luz antes de mitad de año).
Esperemos ahora leernos más seguido 😉
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