El martes pasado fue mi primer día de vuelta en la oficina despues de dos semanas de vacaciones.
La primer sorpresa con la que me encontré, fueron unos 550 mails esperandome en el inbox, pero a lo largo del día me fui dando cuenta que no iba a ser la única.
La jornada laboral arrancó a las 7AM, y despues de un cortisimo chapuzón por los mails, empece a charlar y ponerme al día en lo que fue pasando durante esas dos semanas.
Durante varias de esas charlas, me empecé a agarrar la cabeza, porque iba tomando conciencia de todo el laburo que tenemos por delante, y el esfuerzo que va significar.
Me estresé. Empecé a transpirar, y tenía una cara de culo indescriptible.
Pero le hice caso a un consejo (muy sabio, por lo cierto), y me tome un rato para mismo, para parar la pelota, y meditar. Si señores y señoras, meditar con todas las letras. Me puse cómodo, cerré los ojos y respiré muy hondo, concentrandome solo en la respiración.
5 minutos de esa meditación, me ayudaron muchisimo a calmarme, y recordar que todo ese laburo que se viene, está más que justificado porque es para el crecimiento y madurez del grupo y la empresa.
Hoy, viernes: Todavía me quedan 200 correos, pero se hacía donde voy!
Abrazos!